martes, 23 de julio de 2013

Bobby Fisher unos de los grandes ajedrecistas

Robert James Fischer, más conocido como Bobby Fischer (Chicago, Illinois, Estados Unidos, 9 de marzo de 1943 - Reikiavik, Islandia, 17 de enero de 2008)1 , fue un gran maestro de ajedrez, campeón mundial entre 1972 y 1975. Obtuvo el título máximo del ajedrez mundial al vencer al soviético Boris Spassky en el denominado «El duelo del siglo». De origen estadounidense, este país canceló su pasaporte, se nacionalizó islandés, y se consideraba refugiado político.Primeros años

Aunque se le reconoce como niño prodigio, Bobby Fischer no lo fue estrictamente, como José Raúl Capablanca, Samuel Reshevsky o Arturo Pomar. Su desarrollo al principio fue más bien lento. Hasta los trece años no comenzó a despuntar como un jugador de capacidad superior; antes de esa edad no se apreciaban en sus resultados y su calidad de juego signos de genialidad. Es exacta la aseveración del árbitro internacional español Pablo Morán en el sentido de que "Como niño prodigio no fue muy brillante; en cambio, como adolescente prodigio no ha tenido parangón en la historia del ajedrez".
Fue hijo de la enfermera suiza Regina Wender y del físico de origen alemán Hans-Gerhardt Fischer, aunque existe controversia respecto de si este último fue el verdadero padre biológico de Bobby, pues Regina y Hans-Gerhardt no vivían juntos desde 1939. En cualquier caso, la pareja no obtuvo el divorcio hasta 1945, cuando Fischer tenía dos años, quedando con su hermana Joan al cuidado de su madre. En 1949, la familia se trasladó a Nueva York, a un pequeño apartamento en Brooklyn. Fischer aprendió a jugar ajedrez por sí mismo, a partir de las instrucciones que venían en un estuche con diversos juegos que le regaló su hermana. En enero de 1951, gracias a un anuncio en el periódico, Fischer participó en una sesión de simultáneas contra el maestro Max Pavey; esa fue su primera aparición pública como ajedrecista, y aunque perdió, según confesión propia, le sirvió de estímulo para seguir estudiando. El presidente del Brooklyn Chess Club, Carmine Nigro, fue su mentor de ajedrez, quien le enseñó los fundamentos de la estrategia y lo introdujo en el mundo del ajedrez de competición.

Ajedrez profesional

Su carrera coincide con el encumbramiento de la escuela soviética del ajedrez que, subvencionada gubernamentalmente, dominó la disciplina de 1948 a 1972. El campeonato de Estados Unidos de 1957 tenía para la FIDE, en el sistema de candidatos al título mundial, categoría zonal. Bobby Fischer, que había terminado noveno en la edición anterior, campeón juvenil de Norteamérica, se alzó con el primer lugar, calificándose al Torneo Interzonal de Portoroz del año siguiente, en el que se clasificaría sexto. Un resultado magnífico que le permitió acceder al torneo de Candidatos, y obtener de forma automática el título de Gran Maestro. Muchos jugadores han superado desde entonces el récord de precocidad de Fischer al obtener el máximo título (15 años, 6 meses, 1 día), cabe señalar, sin embargo, que el estadounidense lo alcanzó con recursos muy limitados, en una época en la que la información ajedrecística, particularmente la que llegaba a Estados Unidos, era mínima y en muchos casos obsoleta, sin entrenadores, como los jugadores soviéticos que recibían apoyo oficial, y sin el auxilio de potentes programas de juego y bases de datos como acostumbran los jugadores actuales. Debieron pasar treinta y tres años para que la húngara Judit Polgár estableciera una nueva marca.
Fuerza de juego

A partir de 1970, la Federación Internacional de Ajedrez adoptó la fórmula del científico húngaro Árpád Élő para estimar la fuerza de juego en el ajedrez. Robert Fischer, a la luz de este sistema, vigente en nuestros días, alcanzó la marca de 2785 puntos de rating, registro que durante mucho tiempo se consideró el mejor rendimiento conseguido por un ajedrecista. Con el tiempo, varios jugadores notables han ido superando la barrera de los 2800 puntos, entre ellos, cuatro campeones del mundo, Gari Kaspárov, Veselin Topálov, Vladímir Krámnik y Viswanathan Anand, así como el gran maestro noruego Magnus Carlsen. Este hecho por sí solo, sin embargo, no significa que su desempeño haya sido superior al logrado por Fischer años atrás, al menos desde el punto de vista estadístico. Esto se debe al fenómeno conocido como "inflación del elo".7 Los ratings de los jugadores han ido aumentando de manera imperceptible pero sostenida a través de los años, y aunque excede el propósito de este artículo referir las causas del fenómeno en cita, al que constantemente se le busca solución,8 es cosa establecida que la evaluación elo no resulta un criterio fiable para comparar el nivel de ajedrecistas pertenecientes a diferentes épocas.

Con independencia de cómo pueda medirse la potencia de un ajedrecista, Fischer fue, sin duda, un jugador excepcional. Su estilo no es fácil de definir, pero, según sus propios rivales, se basaba en una combinación de energía y ambición de victoria, precisión táctica, preparación teórica, firmeza estratégica y confianza en sí mismo.

http://es.wikipedia.org/wiki/Bobby_Fischer

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